Empresarios brasileños realizan una misión de innovación por el Vale de Sil
El martes comenzó con la visita de los ejecutivos brasileños a la Singularity University, que ofrece programas educativos, asociaciones innovadoras y un acelerador de arranque para ayudar a las personas, empresas, instituciones, inversores, NGOs y gobiernos, a fin de que comprendan las innovaciones y las tecnologías de vanguardia, capaces de impactar las vidas de miles de millones de personas. “Solo tiene sentido estudiar la tecnología, si su aplicabilidad realmente promueve mejoras para toda la humanidad. Un proyecto es muy bienvenido cuando es capaz de cambiar positivamente la vida de 1 mil millón de personas o más”, dijo la portavoz de la institución de educación, Ann Rogan.
El día 12, los ejecutivos visitaron IDEO, una empresa global de diseño con un enfoque centrado en el ser humano para promover proyectos innovadores. El brasileño, Belmer Negrillo, quien dirige la empresa, presentó cases exitosos enfocados en el design thinking, en el que se consideró la capacidad para combinar empatía en un contexto de un problema. “Nuestra medida del éxito es el impacto positivo en el mundo y no apenas en el negocio del cliente. Tenemos un proceso de preparación muy importante para evitar los proyectos superficiales”, dijo.
Los profesionales brasileños aprobaron el viaje y dijeron que era muy importante para entender un poco el tema de la innovación, desde la perspectiva de los principales actores globales. “Aquí nadie está hablando de proceso, de eficiencia de fábrica o de la productividad. Las empresas aquí están con esos temas absolutamente resueltos y dan énfasis para las cuestiones reales de innovación y sustentabilidad. Hay un equilibrio en esa distribución de esfuerzos”, dijo Marco Antônio Branquinho Jr., Presidente de la Cedro.
“Este tipo de modelo de aprendizaje, como la misión, que literalmente arranca a las personas de su realidad y las coloca juntas en un viaje de inspiración, enriquece la calidad de los intercambios”, comentó Rodrigo Cabral, de la Audaces. Para Fabrício Tardin, de la Dellas Lingerie, los encuentros fueron transformadores. “En estas dos últimas semanas, hemos observado el uso intenso de la tecnología, pero, de hecho, creo que lo más importante es el ser humano. Porque solo él puede pensar, repensar, cuestionar lo que existe, intentando siempre cosas nuevas y diferentes, pues es así como debe ser la innovación. Animar a la gente a no tener miedo de intentar, porque son las pequeñas acciones que pueden lograr grandes impactos positivos en la sociedad”, concluyó.