Marcas se unen para implantar el compliance en los proveedores
El primer panel de la Convención IAF en este martes 17, reunió grandes marcas del comercio minorista y de la industria, nacional e internacional, para hablar sobre cómo ellos están comprometidos con el compliance y cómo trabajan con sus proveedores. Con la intervención de la gerente de marketing de la DuPont, Katia Hamada, el debate quedó muy enfocado en la cuestión de cómo el comercio Minorista puede colaborar y no apenas presionar a los proveedores para la aplicación de las reglas de sustentabilidad.
Para Fábio Hering, CEO de la Hering, las iniciativas de sustentabilidad no deben, inicialmente, prever las ganancias o el aumento del valor de la marca, sino que evitar la pérdida del valor, ya que los consumidores e inversionistas exigen el cumplimiento y la implantación de las tendencias del mercado.
La Hering es una industria centenaria, que migró también para el comercio minorista en la década del 90 y actualmente tiene más de 740 tiendas, siendo considerada la mayor franquicia de vestuario de Brasil. La Hering todavía produce parte de sus productos, pero, la mayor producción es realizada por sus asociados, siendo la mayoría aquí en Brasil. Cerca de 25% de la producción procede de Asia. “Para salir de un modelo donde producíamos 100% de los productos, para un modelo híbrido, tuvimos que crear un equipo de especialistas que no procura auditar, sino capacitar y cooperar con los proveedores”, explicó Fábio Hering. También según el CEO, la Hering expandió su producción para diferentes estados, enfocándose en pequeñas ciudades, donde los productores fueron entrenados. Actualmente, la Hering declaró ser responsable por generar cerca de 5 mil empleos y colaborar con la permanencia de esas personas en sus ciudades. “Sumando los colaboradores directos e indirectos, nuestra empresa genera 15 mil puestos de trabajo”.
Lo que dicen las grandes marcas
La vice-presidente de Responsabilidad Corporativa del Grupo PVH Corp, Marissa Pagnani MacGowan, que reúne grandes marcas internacionales (Tommy Hilfiger, Calvin Klein, Heritage Brands) expuso sobre el gran esfuerzo que el Grupo viene realizando para salir de la línea de tiro de diversos grupos, con diferentes representaciones (de los derechos humanos, hasta de los sueldos de los empleados, pasando por la diferencia de géneros); buscando no quedarse en la actitud pasiva de defensa, sino que intentar acabar con el foco del problema. “Así como con la Hering en Brasil, no sirve para nada presionar a los asociados, sino que proporcionales auxilio para superar el problema, ya sea laboral, ético o medioambiental” comentó Marissa. “Tenemos 237 ONGS que nos llaman cuestionando sobre todo. Por eso, tenemos que conocer dónde, cómo, por quién y en qué condiciones todos nuestros productos son producidos”. Según la ejecutiva de PVH, el conocimiento de todos los impactos tiene que comenzar internamente. Es decir, el directorio y los diseñadores tienen que rever la forma cómo trabajan, crean, demandan y establecen las metas dentro de la empresa, antes de exigir lo que los asociados no pueden hacer. Nuestro grupo vende para 1 millón de clientes y está presente en 58 países. Podemos marcar la diferencia.
Mientras tanto, el líder global de compromiso con los asociados de C&A, Aleix Busquet, va más lejos y coloca en la mesa la discusión sobre los sueldos. “Tenemos que hablar sobre esto. Sabemos que aún existe mucha informalidad, en todos los 10 países que actualmente producen 80% de todo lo que el mundo viste. Y sabemos que hay sueldos irrisorios, muy bajos” afirmó Busquet.
C&A posee más de 2 mil tiendas, tiene 176 años de edad y es una empresa familiar de varias generaciones. Actualmente, tiene 60 mil empleados y está presente en 21 países atendiendo a 100 millones de clientes con 1 millón de proveedores. Brasil produce 16% de la producción.
“Cuando hablamos de proveedores, hablamos de la exposición de millones de desechos y el uso de millones de litros de agua. Para hacer una camiseta son necesarios 7.200 litros de agua. Tenemos que ayudar a nuestros asociados en las mejores prácticas, pues ellos ejercen un impacto en la sustentabilidad”.
Con relación a la cuestión salarial, Busquet resalta que es preciso crear un mínimo para estos trabajadores, según la realidad de cada País, pero las 20 empresas de las grandes marcas se unieron este año y firmaron un pacto para procurar conversar con los representantes de los trabajadores y las empresas de esos países y comenzar el diálogo salarial. “Sabemos que nosotros también tenemos que cambiar. Prácticas cómo exigir alteraciones de última hora tienen un impacto muy grande entre esos asociados y esta cuestión tiene que cambiar. El Compliance, si lo traducimos, significa la Ley. Pero antes de punir, precisamos colaborar” concluye.
abit, IAF, IAF Brasil