Patricia Motta celebra 20 años de una exitosa carrera en el extranjero
Crear una marca registrada no es fácil. Son necesarios años de dedicación y estudios para quienes desean especializarse en un tema, en un hecho histórico o en una técnica. Mientras que Chanel es famosa por las chaquetas de tweed y la Missoni, conocida por los estampados en zigzag, algunos ejemplos brasileños se destacan por la creatividad y el éxito alcanzado cuando se trata de especialización en materiales y técnicas. Patricia Bonaldi apostó en el trabajo con brillos y lentejuelas, Martha Medeiros se hizo famosa por el uso de encajes del renacimiento en sus vestidos más bonitos y Gina Guerra, de la GIG, es conocida por sus creaciones de diferentes piezas en tricot. Mientras que la estilista Patricia Motta combina conocimiento y más de 20 años de carrera para mantener el puesto de referencia nacional en creaciones en cuero.
La combinación con varios tejidos y el uso de diferentes modelos y texturas, como cuero cortado con navaja, acolchado, bordado y ahuecado son las características de las creaciones de Patricia, que desfila sus creaciones en Sao Paulo Fashion Week y en Minas Trend Preview. La marca también participa del programa Texbrasil (Programa de Internacionalización de la Industria de la Moda Brasileña, desarrollado por Abit en colaboración con Apex-Brasil) desde 2013, año en que Patricia decidió llevar sus productos al extranjero. “Mi primera experiencia de venta aconteció en el showroom Fabre, en París y fue muy interesante percibir cómo mi producto es visto por los clientes de otros países”, comentó.
La estilista afirma que el mercado internacional valoriza las creaciones que exaltan el proceso creativo brasileño y que exportar es una manera de romper fronteras. “Estoy tan apasionada por nuestro país que tengo el deseo de que el mundo constate nuestra alegría y nuestra creatividad”, dijo. Para ella, uno de los puntos más relevantes para formar parte del mercado internacional es priorizar la calidad y buscar la excelencia, en el momento de producir sus piezas y, como consecuencia, elegir cuáles serán vendidas en el extranjero.
Para quien desea comenzar a exportar, ella garantiza que el enfoque, la originalidad y la confianza son esenciales. “No me sentía preparada para exportar y presentar mi trabajo para otros países. A partir del momento en que comencé a procurar por mas preparación e incentivos, como los que ofrece el programa de Texbrasil, me sentí con más coraje y fortalecida para seguir adelante”, concluye.
Minas Trend, Patricia Motta