Científico explica cómo las camisetas van a conversar con las personas

18/10/2017

Durante el trajín del día a día, su camiseta cambia de color para indicarle que su presión subió, cambia nuevamente de color y le avisa si usted hizo poca actividad física y cambia de nuevo y le avisa que tomó poco sol o que no se alimentó bien. ¿Acabó? No. Su camiseta también le podrá enviar informaciones a su médico sobre los niveles séricos y avisarle ¡que usted está prestes a tener un ataque cardíaco! Sí, esto ya está siendo examinado por los encuestadores de la Universidad de Cornell, EUA, juntamente con varios diseñadores. “Es un laboratorio esquizofrénico, pues juntamos diseñadores con ideas locas con científicos que se sienten desafiados en tornarlas realidad” explica el científico y profesor Juan Hinestroza, que coordina ese laboratorio de desarrollo de tecnologías textiles en la Cornell University y fue invitado a dar una conferencia el segundo día (18/10) de la Convención Mundial de la Moda de IAF, realizada en Rio de Janeiro por IAF/Abit.

La línea de encuesta de esos científicos es con nanolayers (camadas de microelementos químicos en dimensión nano) adicionados a la fibra, especialmente al algodón. “Soy colombiano y adoro algodón. Siempre me imaginé cómo podía agregar propiedades a esa fibra y es eso que hacemos actualmente”.

Entre las creaciones del equipo de Hinestroza, están las ropas que cambian de color en función del tamaño y proximidad de las partículas (tanto en la forma de moléculas, como en la forma de átomos inseridos en la trama del algodón) de elementos como: Oro, Platina, Vanadio, Plata, entre otros. Los tenistas de Francia están probando estos prototipos: pelotas de tenis que cambian de color según la trayectoria y fuerza empleada al lanzarlas, alertando al atleta dónde debe mejorar; sus pañuelos para la cabeza o bandanas también alteran el color cuando la transpiración indica alguna deshidratación o bajo nivel de sodio. Otros exámenes están siendo realizados por los jugadores del equipo de fútbol de Barcelona, donde las camisetas también cambian de color, de acuerdo con el choque físico o mecánico de los jugadores, posibilitando que los jueces de fútbol vean las faltas cometidas, o un gol de brazo.

Diversas líneas de encuesta están siendo desarrolladas en este laboratorio liderado por el profesor Hinestroza, como transistores en las ropas, camadas químicas cronológicas que liberan insecticida, según la programación; tramas que filtran o capturan los gases contaminadores, todo utilizando elementos químicos y procesos a base de agua. ¿Serían todas viables comercialmente? Según Hinestroza, algunas sí. “Yo tengo suerte de ser científico y de no tener que preocuparme con el coste y la viabilidad. Mi desafío es desarrollar experimentos científicos. Pero, desde luego, muchas de esas son viables. Visité algunas empresas y percibí que el laboratorio de ellas es básicamente una reproducción del nuestro, pues nuestra base es el agua. Cabe a los empresarios ver lo que es o no viable. Cabe a mí resolver ideas locas. Y si usted tuviera alguna, hable con nosotros” concluyó Hinestroza.

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